Silvio Rodríguez

jueves, 11 de febrero de 2010

Examen social (Veinticuatro)...

¿Servirá un día como este para medirse uno mismo? ¿En qué sentido? ¿En el de la popularidad? ¿En el de saberse querido? ¿Qué es importante en la fecha de cumpleaños de una persona? Lo digo porque normalmente no nos gusta saber que nos hacemos más viejos, porque eso es un sinónimo de que la vida se está yendo, y se pierden alegrías, y se ganan años y su peso, y responsabilidades, y presiones sociales: que si estás sin pareja, que si aún no te sales de tu casa, que si no has terminado la carrera…de la misma forma que si aún peleas con tus hermanitos, que si aún juegas al futbol, que si todavía lloras, etcétera, etcétera, etcétera. Entonces, ¿por qué lo celebramos? En este día, ¿qué es lo que realmente importa?


02 de Febrero de 2010, 05:39 p.m. Al estar revisando mi correo, me topo con uno de un ex compañero de la preparatoria que se titula “cumple”, la extrañeza hace aparición en mi rostro por un segundo y abro el correo. Es una breve felicitación por mi cumpleaños adelantada, según sus palabras, porque en otro tiempo (que parece infinitamente lejano) fuimos íntimos amigos. Y los buenos deseos de costumbre: “que te la pases bien en compañía de las personas que te estiman…” o algo por el estilo. Empiezo a recordar mi cumpleaños del año pasado. Recuerdo que en cuanto entró el nuevo día, me felicitaron unas personas por Messenger, y otras por mensaje de texto al celular. Creo incluso recordar que alguien me marcó por teléfono…pero no estoy seguro. En fin, la realidad es que empiezo a sentirme algo inquieto, turbado. Y no es porque en un rato en la escuela me espera el examen final de Álgebra Lineal, no. Es porque esto de mi cumpleaños, parece en efecto otro examen, solo que uno que afecta directamente al alma. ¿Cómo me he desenvuelto en la sociedad en el último año? ¿He logrado que la gente me tenga en alta estima? Y mis pensamientos: “Es hora de que veas cuantos amigos tienes…” “Ahora verás a quiénes y a cuántos les importas…”. Y francamente presiento que los resultados de este examen no serán alentadores, nada alentadores. Eso es lo que me tiene así, el hecho de enfrentarme a las claras pruebas de una cruda e irrefutable realidad: muy pocas personas me estiman, no soy nada popular, a casi nadie le importo. Suena a auto-compasión, pero juro que no lo es. Soy un Ser Humano, y necesito sentirme querido, no tengo opción, por más que en ocasiones diga lo contrario.


02 de Febrero de 2010, 10:01 p.m. Llego de la escuela y me conecto a mi ventana al mundo: internet. El Messenger no me sabe decir nada nuevo, alguien se conecta, alguien se desconecta, charlas que se encienden y después se apagan, frio, frio, la frialdad de una pantalla, un teclado y un cable. Algún Amor me felicita por adelantado también, y otra, y otra más. Y esa frase una y otra vez: “…que te la pases bien con tus seres queridos…” comienza a sonarme extraña, aunque no sé por qué. Un rato después, me dispongo a dormir y miro el reloj, ya es el nuevo día. Me pregunto si alguien lo recordará. Un momento después suena el celular, es un mensaje de texto. Expectante lo abro y miro que es un SMS de otro Amor, pero no tiene ninguna relación con mi cumpleaños, seguro no lo recuerda. Me duermo y nada más sucede.


03 de Febrero de 2010, 05:18 a.m. Despierto normalmente (aunque algo tarde). Al escuchar que la lluvia repiquetea en la ventana que se encuentra a mi cabeza y sentir el frío en los huesos, me lleno de bríos. Me levanto y esbozo una sonrisa, no hubo bruxismo, a pesar de todas mis cavilaciones del día anterior. Lo recuerdo, este día es mi cumpleaños, y que mejor regalo de Dios y la Natura que un día justo como los Amo: lluvioso, triste, gris, melancólico, frío, soñoliento, solitario. Realizo mis actividades normalmente, ni mi madre ni mi hermana recordaron mi cumpleaños. Eso me hace sentir un poco triste, triste más no enojado con nadie, entiendo perfectamente que se le puede olvidar a todo mundo, ¿o no?


03 de Febrero de 2010, 06:57 a.m. Llego a la oficina y mi lugar está adornado, como lo esperaba. No sonrío, no nada. Por alguna razón no me provoca nada el ver ese detalle que se tienen conmigo mis compañeros de trabajo. Solo puedo pensar en que este día recibiré muchos abrazos, lo cual tampoco me emociona. Creo que es porque, en el trabajo, esta clase de cosas se hacen más por dar una imagen, que porque de verdad se sientan. Todo son posturas, “para que vean que estoy bien educado…” todo mundo escondiendo en un abismo a su monstruo interior, y (dicho sea de paso) en cierto modo yo también soy partícipe de esa hipocresía, si bien no regalando abrazos de hielo a diestra y siniestra, sí aceptándolos. Pero es igual, se puede vivir a pesar de eso. Miro mi celular y el pobre está muerto, y qué terror lo que eso significa: no soy nada popular, a casi nadie le importo, muy pocas personas me estiman. Minutos después me llega un mensaje de texto, es de un amigo y otra vez lo mismo: “que te la pases bien con tu familia y la gente que te estima…”. No me agrada esa frase, y ya creo saber por qué; al decirla, pareciera que la persona se está excluyendo de ser de “las personas que te estiman”. Es algo como: “Pásatela bien con la gente que te quiere, porque claro que yo no soy de esas personas, yo no te quiero; así que pásatela bien con los que te sí quieren, si es que existe alguien que te quiera, claro…”. Maldición de frase, ¿a quién se le habrá ocurrido?


03 de Febrero de 2010, 10:15 a.m. Me llega otro mensaje de texto, es de uno de los Amores que me felicitó por el Messenger por adelantado. Todo sigue igual, y en el trabajo ya me preguntaron que a dónde voy a querer que me lleven a desayunar. Sigo sin sentir nada, incluso, ya desaparece la sensación de estar inquieto por mi “examen social” de este año, ya no me importa. Más de 40 minutos y muchos abrazos después, me llega otro mensaje de texto, esta vez es de mi hermano, el que sigue de mí. Y algo sucede, aparece en mi rostro una sonrisa involuntaria. De repente me siento muy feliz, me siento querido y las lágrimas acuden a “rasar” mis ojos, pero no salen de las cuencas. Por primera vez en el día, siento que este es mi día, y que merezco sentirme muy bien, al menos hoy. Ahora entiendo la importancia de la familia, e incluso ya no me molesta la frasecilla “con las personas que te estiman…”, ya ahora la entiendo y la justifico. Sin las personas a las que de verdad les importamos, la vida es... .


03 de Febrero de 2010, 05:19 p.m. Llego a mi casa del trabajo e inmediatamente mi madre me sale al encuentro para felicitarme por mi cumpleaños, mis dos hermanas también. Y Dios, qué alegría. Me siento pleno y con muchos ánimos. Me espera otro examen final en la escuela y, de algún modo, sé que me irá de maravilla. Trato de mantenerme humilde pero no lo consigo, me descubro siendo el Rey de mi propio país y me regodeo en ese sentimiento. Estoy feliz, esa es la actitud, la palabra. Ni los muchos SMS, ni los muchos abrazos ajenos pueden llenarme a tal el corazón, pero sí que me hinchan el orgullo. Ahora, gracias a lo feliz que me siento, estoy recordando en otros años, lo feliz que me sentía también en mi cumpleaños, porque no estaba tan solo, había alguien más dentro de mí. Ni siquiera recuerdo si había más personas que me felicitaran o que se acordaran de mí en este día, la verdad es que nunca importaba. En esos tiempos, era mi cumpleaños y yo sabía que alguien pensaba en mí a fuego, y estaba seguro de que la vería, en algún momento de mi día, y que sería, como siempre, fantástico. Yo en realidad la Amaba. Ella me amaba a mí. Se añora, pero no se sufre ese pasado.


Veinticuatro. El número me suena alto. Y no propiamente haciendo un recuento, pero sí sopesando mi vida, me doy cuenta de que no he estado corto de velas al aparejo de los vientos que han soplado en todo este tiempo. Me siento completo, digno de gloria (¡Alguien debería escribir mi biografía!). He vivido muchísimas cosas y muy buenas, a pesar de muy malas que en realidad fueran. Amo mucho, jamás demasiado (no existen “demasiados”, si la palabra que procede es Amor). ¿De qué se compone la vida?, de instantes, de sentir; de instantes sentidos; de sentir los instantes. Veinticuatro años, con cargas exageradas de hilaridad, aún a veces forzada. Millones de litros de lágrimas, liberadoras de espíritu. Toneladas de odio a todos, a Dios, a mí…, de coraje, de rencor, de horror. Manos empuñadas, gritos a todo pulmón, gritos ahogados. Patadas, golpes, empellones, cachetadas. Sudor, sangre. Tierra en los pies, en la garganta; aire puro y contaminado, arena, agua, fuego encendido en mis pupilas, hojas secas o verdes…bendito concreto, endemoniado concreto. Dolor a reventar, a desfallecer. Ánimos hasta matar. Besos tiernos, furibundos; besos robados, prohibidos...más prohibidos. Caricias a conciencia, caricias al alma, a miles de cuerpos. Intimidad sin límite, gemidos involuntarios. Furia, euforia. Lluvia, sombras, noche, obscuridad, sol, nubes. Impotencia, rabia como vocación, venganza. Carreteras, senderos, montañas, ríos, bosques, desiertos, playas…nada. Vergüenza, miedo, indignación, irrespeto. Veinticuatro. Morbo, excitación, placer, lujuria. Enfermedad, salud, locura, locura, locura…por todo espacio, por todo tiempo; veinticuatro. Amor a primera vista, Amor frustrado, Amor forzado, Amor eterno…herida por donde terminará minándose, gota a gota, toda mi vida. Veinticuatro, y contando…


-Fernando Vidrio; Febrero de 2010-

domingo, 7 de febrero de 2010

Deja



Deja que las lágrimas corran, que yo las voy a secar,

deja que la tristeza aflore, que yo la voy a cortar,

no pelees al dolor, está ahí por una razón,

pero yo haré que lo olvides, si dejas que tome entre mis manos,

a tu hermoso corazón…



-Fernando Vidrio; Febrero de 2010-

martes, 2 de febrero de 2010

Auto-diálogo, con la Luna...




-¿Acaso, aquello que distingo en el lejano horizonte, débilmente intentando brillar, pero, aún así destacando de entre esta espesa niebla en la que me cuesta trabajo hasta el monótono ejercicio de respirar, es la Luna?

-...sí, es la Luna.

-¿Y qué intenta decirme presentándoseme así, en tan hermoso cuadro, como solo ella puede aparecer?

-Supongo que se mofa, se mofa de mi triste condición humana. Debe parecerle muy divertido mirarme, desde su púlpito de Gran Dama, siendo incapaz de ser feliz. Casi puedo mirar que se ríe, se ríe de mi necedad de caminar siempre sobre concreto y aún así querer sentirme un fruto de la tierra.

-¿Cómo, semejante astro, siendo poseedor de tan magnífica belleza, puede ser capaz de hacer burla de este ser?

-¡Luna, que mi vida está íntimamente ligada a tus rondas nocturnas! Me doy cuenta de mi desdicha, ¡no te engañes al observar mi conducta! Sé que es errado mi modo de vivir, de intentar...

-¿Crees acaso que pude acallar esta voz interna, que me habla de verdadera libertad; de Amor; de la importancia del "Ser Humano"?

-Debo decir que fue inútil toda tentativa a lograrlo. Pero es que la Naturaleza, ¡sí, la misma Naturaleza que de tan sublime hermosura te conformó!, fecundó en mi el gregarismo. Y me declaro incompleto e infeliz sin estar rodeado de mis iguales. Y si esta tristísima forma de sociedad exige unanimidad en modos de sentir y pensar, tendré que verme forzado a camuflarme entre los demás. Y aprender a callar lo que siento y pienso en realidad. ¡Qué soledad de espíritu me acaece!

-¿Crees, Luna, que me satisface el sentirme ajeno casi en cualquier lugar que estoy con otras gentes? ¿A qué se debe que una persona, de mi edad y condiciones, se sienta bien consigo misma casi únicamente cuando se encuentra sola?

-Y luego, volver a ser víctima de la necesidad de estar con mis semejantes. ¡Ahí tienes una gran paradoja!

-¿Aún te parece sensato reírte así de esta alma atormentada?

-Pero, qué sabrás tú Luna, si cumples con tu trabajo automáticamente. Y crees que, solo por tu tremenda hermosura, tienes derecha a burlarte de mí...al parecer no sabes que eres hermosa porque así naciste ya, y eso, Amada Luna, no tiene mérito en la vida mía. Ríe pues todo lo que se te venga en gana, al fin que tu ignoras lo que es ser un corazón tan sensible, latiendo en un cuerpo tan rígido...


-Fernando Vidrio; Diciembre de 2009-