Silvio Rodríguez

domingo, 25 de julio de 2010

Desolación


…algunas veces me he sentido tan solo, que desearía ser una hermosa ave que pudiera huir de los malos ratos. Solo levantar el vuelo e ir a algún lado en donde todo esté tranquilo, donde pueda tener un poco de armonía y paz.



Algunas veces me encuentro solo; tan solo, que no hay quién me pueda dar un simple abrazo y me deje escuchar de sus labios ese “Todo estará bien” que tanto anhelo escuchar.


A veces pienso y me pregunto por qué mucha gente sufre con tantas y tantas cosas; por qué de este mundo y vida tan difíciles que llevamos nosotros, los muchos soldados de cierto Dios o poder que nos creó.


Venimos y sufrimos, e incluso hay quienes hacen daño. ¿Qué clase de vida es esta? ¿Para qué entonces existimos? ¿Para destruir a la obra de nuestro creador? ¿Para acabar con nuestra madre que es la tierra? ¿Para qué entonces venir a este mundo? Si solo es sufrir y…se termina todo. Me pregunto mucho quién nos creó, y cuál es el motivo de nuestro paso en la tierra…¿Para qué?


Me encantaría flotar y ser realmente libre…libre de estas cargas tan pesadas, libre de todas estas cosas tan malas. Flotar…solo flotar e irme de aquí lejos… Y es que es tan difícil “Ser Humano”, o ser un soldado más de este creador, que nos mandó a pelear una incierta batalla.


Hoy, solo quisiera que el resplandor de las estrellas nos inundara, a mí y a mi familia, fungiendo este brillo como gran virtud. Solo una sola cosa pido: ser feliz…solo eso, la verdad, no pido mucho…


-León Felipe Vidrio Aceves; julio de 2010-


jueves, 22 de julio de 2010

30 días





Traté de mostrarme indiferente,
trate de sentir nada; de saber nada,
pero la fuerza de este Amor me puede,
y el fuego rojizo de tu cielo me llama.

Daba pasos…pero sin darme cuenta me detuve
lentamente y comencé luego a flotar…
olvidé para siempre aquél lugar en donde estuve,
invitado al infinito por tu divino mirar.

A mis prejuicios quitaste su base
y al caer se hicieron mil pedazos,
me dejaste sin excusas para a mí mismo negarte
pudiendo así cambiar mis enojos por tu abrazo.

¿Qué será de mí hoy si tu figura desaparece,
si tu cabello juega en un viento que no sabe de mí?
en el mismo instante mi corazón perece
y se seca mi espíritu, pues ya no más querrá vivir.

Porque la primera vez que me sentí hombre, Amor,
fue cuando escuche mi nombre de tus labios tristes,
y si hoy creo que del mundo entero soy el mejor,
es únicamente porque tú me lo dijiste.

Hoy me declaro rendido a tu querer
con toda la alegría que pueda haber en este mundo,
y es que creí que jamás habría de conocer
a quien tocara mi alma, allá lejos…en lo más profundo.

Muchos besos, palabras dulces, miradas y caricias,
de conteo de tiempos no estoy preocupado,
aunque si quieres el número, serían apenas 30 días
y ya de ti estoy muy, pero muy enamorado…


-Fernando Vidrio; 22 Julio de 2010-